18/9/12

AQUELLA AMIGA DE LA ACADEMIA

  CORRIAN LOS AÑOS cuarenta cuando me hallaba cursando estudios en la Academia Comercial de de Santiago ubicada en la Rua Traviesa y màs tarde en la Plaza de Cervantes.Màs de un centenar de alumnos componìamos la matrìcula,de diferentes edades.Los directores los hermanos Josè y Pedro,que con otros profesores componìan la plantilla que impartìan clases de diferentes materias,

 Los pupitres muy similares a los de la escuela de mi pueblo,era el formato de aquellos tiempos.En el pupitre anterior se sentaban Antelo y Teijelo,luego en el siguiente Milucha y yo y a continuaciòn Manolita y Conchita.

 Formàbamos un grupo de los mejores aunque en general la Academia se caracterizaba por sus buenos estudiantes que en los exàmenes lo  acreditban las brillantes calificaciones del centro.
  
Por hallarnos juntos en el mismo pupitre.Una gran amistad me unìa a Milucha,que al situarnos al lado uno del otro intercambiàmos opiniones sobre los trabajos relacionados con la carrera;por lo cual muchas de las tardes solìa acompañarla a la pensiòn donde residìa con otras compañeras tambièn estudiantes.Pasando la Plaza de la Quintana,la Plaza de la Azabacherìa,por los soportales de la Rua del Villar al final se hallaba su domicilio.A continuaciòn   Puerta Fajera y luego la alameda con su robleda centenaria y el paseo de la Herradura,a donde solìamos acudir alguna tarde,sentàndonos en el primer banco de la izquierda mirando hacia la catedral divisando alguna de sus torres,como la Berenguela o la de Almanzor,en cuyo interior pueden istalarse cuatro zapateros con sus banquillas .Asi reza la leyenda.Alli subì un dìa en uniòn de otros amigos divisando la ciudad a larga distancia.Nos acompañò un crego y luego nos decìa que habìa que pagar.Ahora no es como antes y la ascensiòn a las torres es previo acuerdo. 
  
Muy joven como yo en aquellas fechas, Milucha era sumamente guapa y elegante,con sus ojos castaños sobre una cara de cutis moreno y cabellera dorada,  la convertìan en una  niña que todos la miraban.Sus dotes personales eran el complemento de su elegancia.
   
 Y fuè en aquel banco de la izquierda donde escuchè el primer partido de fùtbol radiado.Jugaban España y Portugal y me recuerdan los dos nombres que màs pronunciaba el locutor.Peyroteo de Portugal y Acuña del Deportivo de la Coruña.Y era en el banco del paseo de la alameda  donde charlàbamos Milucha y yo a la vez que   hacìamos alguno de los trabajos sobre los estudios para la clase  del dia siguiente.

  Miluicha era una de las mejores alumnas de la Academìa,ya que lo suyo era estudair y poder llevarle a sus abuelos siempre buenas notas.A una aldea de la zona del Ulla,precisamente en el lugar donde se halla el viaducto màs alto de España,perteneciente a la linea del AVE de Orense-Santiago donde habìa nacido y criado en el seno de una familia campesina.

  Milucha pasaba todo el curso en Santiago y pocas veces solìa ir a la aldea,solamente  en vacaciones y o  alguno que otro fin de semana,muy señalado. Su abuela todos los jueves dia de feria en Santiago acudìa a verla y al mismo tiempo  le compraba sus antojos.Generalmente prendas de vestir de las mejores,lo que contribuia a que fuera una chica elegante,que destacaba entre las demàs.

   Milucha,Conchita y yo hicimos el ingreso en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de La Coruña el dia 22 de Junio de 1943,a la edad de doce años.(Recuerdo que me acompañò mi padre y nos alojamos en el Hotel  Ferrocarrilana.  Se hallaba a la entrada de la calle Real)
  
  Varias de las tardes que no tenìamos clase,ibamos a la casa de Conchita,situada a otro lado del rìo Sar pasando el campo de San Isabel,en donde los niños  jugàbamos al fùtbol y donde tambièn los soldados del Reimiento de Artillerìa hacìan instrucciòn.    Aquellos soldados que ya habìan estado en la guerra española y se hallaban pendientes de ir a la Divisiòn Azul. Ya empezara la II Guerra Mundial, Ofrecìan una imagen de guerreros amargados,como aquellos que un dìa habìa visto en una pelìcula en el cine Capitol,que se titulaba "A mi la Legiòn",me llevaron mi hermano y un amigo,puès solo no me dejaban enrtar a la sala.Al lado del campo habìa un bar de nombre "O Sacho",donde vendìan bocadillos y parece tenìa buen vino porque a el acudìan aqueños soldados que imponìan respeto dado su semblante de amargados.No habìa cocas, como ahora o refrescos embotellados.Se elaboraban con agua y un poco de crema de limòn o naranja.

  Alli en la casa de Conchita jugàbamos y hacìamos trabajos de la clase.La madre nos daba la merienda y le gustaba que fuèramos para junto a su hija.Se hallaba en una zona camino del Pedroso,por donde solìan acudir las gentes de las aldeas a vender los productos de la huerta a la plaza de abastos.

   Algunas veces en la Academia,cuando faltaba algùn profesor Varela y Ara que ya se habìan licenciado en Derecho y estaban haciendo la carrera Mercatil,solìan impartir alguna clase,por lo cual Ara se habìa convertido en nuestro amigo y alguna tarde nos invitaba a Milucha y a mi que fuèramos por la confiterìa de su familia,para darnos pasteles.Nosotros asì lo hacìamos  eran tiempos dificiles y  se agradecìa todo tipo de obsequios.Sus consejos eran muy buenos y de el aprendimos,varios alumnos.Le caracterizaba su personalidad y el respeto.
  Una tarde despuès de vaciones acompañè a Milucha,hasta la pensiòn.Al llegar al portal me dijo que si querìa ibamos un rato a la alameda. Asi lo hicimos. Nos sentamos en un banco y Milucha se hechò a llorar.  Entonces le preguntè.¿Que te pasa?.¿Porque lloras?.Ella me respondiò: Ayer cuando estàbamos cenando llegaron mis padres y se pusieron a cenar con nosotros,de una forma  demasiado seria.Luego de cenar se pelearon y mis abuelos los madaron que se fueran a la cama.Ni me trajeron unos caramelos ni me besaron.Entonces,le preguntè a mi abuela si aquellos eran mis padres.Mi buela me respondiò:Si son tus padres.Entonces Milucha con las làgrimas en la mejilla me dijo:Pepe tu heres como todos.Tienes tus padres y tus hermanos que te quieren.Yo solo tengo el calor de mis abuelos y mis amigos que son los que me  quereis.
   Algunas veces le preguntaba a Milucha por sus padres; pero trataba de eludir la pregunta.Cuando hablaba de su aldea siempre mecionaba los abuelos y muchas otras cosas,aunque las conversaciones entre los dos y con los demàs compañeros eran de un contenido especial.Los estudios y las clases.

 Cuantos hay en la vida que no pueden disfrutar del calor de sus padres,como asì le ocurriò a aqueña niña,que con el cariño de sus abuelos y el de sus amigos pasò por la vida como una ejemplar estudiante y una mejor persona,que sin el  calor de los seres màs queridos supo labrarse un porvenir en la vida.Realizò los estudios de Peritaje Mercantil,alcanzando el titulo de Intendente Mercantil.Opositò  al ministerio de Hacienda consiguiendo el nùmero uno lo que    le permitiò eligir plaza.Formò un hogar con su  matrimonio  y sus  hijos.Han pasado setenta años.            Culaquier dìa podamos vernos.







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