15/4/13

EL BANCO DE LA ALAMEDA

   PASABAN los tiempos de la juventud,cuando me hallaba cursando estudios en Santiago. Algunas tardes igual que otros compañeros acudiamos a la Alameda,alli nos reunìamos en uno de los bancos del Paseo de la Herradura.Primero a la entrada luego siguiendo frente a la catedral debajo de los centenarios robles,que se hallan al borde del paseo. Mientras algunos preparaban la lecciòn del dìa siguiente,otros desarrollaban  el guiòn para disfrutar de juegos,lectura y ocio.
  Hace algunos dìas quise volver a  Santiago,para  recordar aquellos tiempos de joven,   cuando con mis compañeros y compañeras de estudios,viviamos los años de la juventud,
  He vuelto a visitar el banco de la entrada y se hallaba vacìo.Me dirijo al siguiente y ocurre lo mismo.Prosigo mi andadura siempre con el recuerdo del pasado y me acerco a aquel otro banco  de uno de los laterales del paseo,para divisar las torres de la catedral.La de Almanzor, la Verenguela y las otras.Los tejados cubiertos de tejas bastante renovadas lo que evidencian un buen cuidado del patrimonio. Me brota el recuerdo de mi juvendtud y vienen a mi mente los nombres de algunos amigos:Antelo,Jeremìas,   Milucha,  Conchita o Manolita. Alguno que hace poco nos hemos saludado,mientras otros se han perdido en el recuerdo.
  El caminar de la juventud sigue marcando la imagen de este lugar,sin que se sienten como antes o lleven bajo el brazo los libros de la clase.Lo hacen de otras formas y con diferentes modales.Si antes nos jutàbamos para hablar o repasar la lecciòn del dìa siguiente,ahora lo hacen portando los auriculares para escuchar mùsica,o moviendo las teclas del telefono mòvil,instrumento imprescindible para animar  una tarde en el paseo.
  Han desaparecido aquellos jòvenes del pantalòn corto o del bombacho (copiado de los solados de la guerra),hoy los visten ceñidos al cuerpo marcando la silueta del tipo,  con la camisa de cuello vuelto,actualmente  vaquera y jersey de cuello cisne.
  Las chicas de las medias sport,   ahora no es como antaño, tambièn visten pantalones o pantis que les permiten lucir sus esbeltas extremidades.
   Asi van cambiando costumbres  y  vestimentas;   pero los jovenes siguen marcando un nuevo camino de convivencia que les hace seguir unos derroteros inciertos,porque la vida ya es otra,no como antes cuando charlabas en el banco del paseo de la Alameda,o si se daba el caso dormias la siesta en el segundo a la izquierda,porque nadie te molestaba,solo una ilusiòn. Hoy es el movil y la musica con los auriculares colgando de la oreja.   Asi caminamos.