LA MISA del domingo en mi pueblo de Beariz,ha constituido desde siempre una manifestaciòn de fe religiosa,heradada de los antepasados que siempre diò muestras de un gran catolicismo en esta aldea,transmitièndose a sucesivas generaciones,que la siguieron conservando,aunque con el correr de los años,alguna costumbre se haya perdido y otras se ignoren casi por completo.
Corrìa mi niñez,cuando de la mano de mi madre y la mayorìa de las veces de la de mi abuela Marìa,acudìa a la misa,los domingos de mañana,al igual que otros niños de la parroquia.Mi abuela ataviada con su falda larga,sus zuecos o botinas de media caña y un charpe cruzando,atado a la espalda y el pañuelo cubriendo las canas blancas de su brillante cabellera. Yo de pantalòn corto hasta la rodilla.Con zuecos en invierno y zapatillas de suela de esparto o caucho en verano.Era asì la costumbre o màs bièn la tradiciòn de la comarca.Mi abuelo con menos frecuencia tambièn solìa asistir y entraba en el templo,aunque tuviera que dejar su pitillo a medio consumir sobre la balustrada del atrio,que luego al acabar la eucaristìa volvìa a recuperar.
Pasaron los años y las costumbres fueron cambiando de tono y por consiguiente a tales ceremonìas como a otras,se le fueron imprimiendo aires nuevos y diferentes formas de manifestarse los practicantes.
Despuès de la guerra,el cambio fuè sustancial.Las jòvenes empezaron a lucir sus faldas cortas.Sus cabelleras con modernos peinados y la permanente se impuso,pasando de la peineta y la trenza a los rizos o diferentes formas de peinado.Pero fuè la falda corta la que varios cregos se opusieron a su implantaciòn y en alguno de los casos se rozò el extremo de negar la comuniòn a alguna joven,que se habìa salido de las normas habituales.Pelo largo con cabellera,velo y falda larga,cubriendo las pantorrillas.
Sin embargo los avances registrados y la mezcla de civilizaciones viene motivando que nuevas modas hayan cambiado la sociead y nuevos estilos y costumbres se impriman .Es por lo que el cambio que en mi pueblo asì como en los demàs lugares se viene experimentando,es notorio.
Lo que antaño fuè una costumbre heredada,tal como lo de asistir a misa todos los domingos y fiestas de guardar. Parte de la actualmente sociedad pasa de de tales ceremonias,aunque sea cristiana y se mueve con otro tipo de estilos o costumbres de nueva implantacion.Ya no es una tradiciòn el asistir a misa los domingos,cada uno se maneja por su voluntad.Los jòvenes son cada vez màs escasos en los actos litùrgicos y la sociedad en que se vivie en varios lugares ha registrado una enorme tranformaciòn.Madres con sus niños apenas,se contemplan los dìas festivos en la misa. Aquellas gentes que antaño constituìan la "clase" del pueblo no acuden y si alguna vez lo hacen se quedan al lado del humbral,porque no admiten este acto como social,con el que se honra a Dios y a su vez a una persona,que obstenta una representaciòn,que se debe respetar.Porque perdieron el estilo de entrar en el templo al igual que en la sociedad.Los jòvenes son la nota màs dramàtica de muchos lugares,donde ya casi no acuden a su iglesia, ni el dìa de la fiesta mayor,porque de madrugada abandonaron la "marcha",tan en boga en pueblos y ciudades.
No es el caso de aquel pueblo de Extremadura,donde me ha coincidido pernoctar una noche de verano.Acudì al hotelito allì exitente y despuès de haberme enseñado la habitaciòn,el jefe de la estancia me dijo:Mejor antes de acostarse vèngase conmigo a tomar una copa:Le invito.Yo aceptè tan explèdida oferta.Entramos en la parte baja del hotel,donde se ubicaba una sala de fiestas.
Contigua en otra dependencia se hallaba una pequeña tienda,de diferentes chucherìas.Tambièn en la otra esquina de la plaza del pueblo,funcionaba otra discoteca,de puertas abiertas,por el mismo estilo. Nos pusimos al copeteo y el hotelero me dijo:¿Observa usted que ambiente existe aquì?. Ahora a cantar y bailar y mañana todos a la misa de las DOCE.¿Como?...
Me despertò cierta curiosidad la frase de tal hostelero y de mañana me dispuse a comprobarlo.Puès efectivamente en aquel pintoresco poblado de la provincia de Càceres,con su alameda de amplios pasillos poblada de plàtanos orientales y acacias, con su iglesia al fondo, se celebraba la misa del domingo.Mi sorpresa: Mayores,jòvenes y niños acudieron al templo.Y despuès el vermout...En Beariz antaño era igual.