La comarca deprimida reclama su deuda
Son tres los municipios que componen quizás una de las comarcas más deprimidas de Galicia. Se asientan en Avión y Beariz, en la zona noroccidental de la provincia de Ourense, y A Lama, en la zona oriental de la provincia de Pontevedra. Ambos, con unas gentes de caracteres e idiosincrasia similares. Orientadas hacia el Atlántico perciben los temporales de este mar que descargan sus aguas una vez pasada la sierra del Suido. Por el norte se abrigan con las cordilleras del Testeiro y O Xeixo. Fue seguramente el aire marinero el que ha convertido a la mayoría de los habitantes en transeúntes de los océanos, dejando atrás tantas estampas como la del emigrante con la maleta de madera, abrazando a su hijo camino de la escalerilla del Magallanes o el Marqués de Comillas, los trasatlánticos que mayor número de emigrantes transportaron desde Vigo.
Es la decadencia de estos pueblos, lo que aflora en todos ellos, sin que nuevos signos de vida se contemplen en lugar alguno. Es el abandono de la Administración y los malos gobiernos locales que a lo largo de tantos años los han dejado de lado de la mano del poder al no practicar una política adecuada, sino ejecutando una labor de conveniencia sin pensar en el futuro de estas gentes.
Sí, efectivamente en algunos casos la bonanza se deja ver con la construcción de majestuosos chalés o de modernos coches en sus corredoiras, sin embargo los gobiernos han permitido que esta zona siguiese sumida en la emigración antes de optar por buscarles un nuevo cauce de vida, invirtiendo aunque sólo fuera un pequeño porcentaje de las cifras millonarias de divisas que han acarreado para el erario de la nación.
No se ha construido una infraestructura viaria, como así se hizo en otras zonas con menos potencial económico. Pero claro, con políticos más avispados. No se han implantado industrias de ningún tipo, cuando cualquiera encajaría por la zona. No se ha pensado en potenciar el desarrollo del campo, con concentraciones parcelarias, ni se ha formulado el más mínimo estudio socioeconómico para que la zona no se despoblara, cuando otras han experimentado crecimiento, sin contar con el aliciente económico.
Pasan los años y los municipios de Avión, Beariz y A Lama se mueven entre el encanto y la desesperación. De poco vale contemplar un bonito chalé, si a su alrededor trepa la zarza del abandono y frente al mismo unos pocos ancianos se acurrucan disfrutando del sol del atardecer, si niños y jóvenes se han ido en busca de un mejor futuro.
Es razonable que las gentes de estos pueblos reclamen su deuda. Quieren que los pueblos que les vieron nacer o los recibieron en su infancia perciban los derechos como los demás, redimiendoles la deuda de la emigración. No quieren ofertas en vísperas de comicios electorales, que luego no se traducen en realidad. Que se les reconozcan unos derechos sociales en toda su amplitud y que no sean gratificados con una pensión no contributiva. Hay que dotarlos de un régimen especial de cotización a la Seguridad Social, sin que tengan que hacerlo fraudulentamente en el Régimen Especial Agrario, cuando son residentes en el extranjero. Que puedan canjear su permiso de conducir por el español, sobretodo a aquellos que retornan definitivamente, en muchos casos de edad avanzada que se ven abocados a no poder utilizar un buen coche, teniendo que conformarse con un "sin carné" para sus necesidades.
Pero es más, estas gentes verían con buenos ojos que el Gobierno central y el de la Xunta elaboren un estudio socioeconómico para que parte del monto de divisas que han aportado las arcas de la nación revierta en beneficio de esta zona, con el establecimiento de algún parque empresarial, asegurando un feliz retorno a aquellos que quieran volver para hacer una nueva vida a su patria. Un estudio a conciencia sobre la explotación del campo y sus recursos naturales y el establecimiento de una red viaria que le permita la conexión con las ciudades del contorno. Es este el caso de una vía de enlace entre Pontevedra y Carballino, por Pontecaldelas, y el enlace de la N.541 con la N.120 pasando por Beariz-Avión a Ribadavia, conectando con la A-52.
José Janeiro Balboa - Beariz- Publicado en Faro de Vigo